Fisura palatina
La reconstrucción de la hendidura palatina debe ir encaminada a conseguir un paladar lo más normal posible tanto desde el punto de vista anatómico como funcional.
Aparte del cierre de la zona fisurada obtener una buena longitud, que el paladar no esté tenso y que el velo tenga una buena movilidad, son las premisas de esta cirugía.
La longitud la obtenemos utilizando incisiones tipo de Veau-Wardill asociadas a la veloplastía propuesta por Sanvenero Roselli, consistente en prolongar las incisiones medias del velo del paladar, más allá de la úvula, siguiendo el pilar posterior amigdalar.
Veloplastía
Esquema de la intervención
Postoperatoria
Para evitar la tensión se desinserta el músculo periestafilino externo de su reflexión en el gancho de la apófisis pterigoides. Nunca luxar dicha apófisis. La luxación o rotura de la apófisis pterigoides es una de las principales causas de otitis e hipoacusias. La explicación es que al luxar o romper el gancho, se acoda y estenosa la trompa de Eustaquio.
La movilidad la obtenemos mediante la desinserción del músculo elevador del paladar de su inserción anómala en el paladar óseo, retrodesplazandolo y suturándolo en la línea media al del lado opuesto (plastía muscular).
Esquema de la inserción anómala del músculo elevador del paladar en la fisura palatina
Esquema de la plastía muscular
Intraoperatoria de la plastía-reconstrucción del músculo elevador del paladar
Esta reconstrucción anatómica del músculo elevador del paladar, fundamental para el buen funcionalismo del velo, no es posible hacerlo antes de los 12 meses de edad, ya que antes dicho músculo no está lo suficientemente desarrollado como para poder reconocerlo, disecarlo y reconstruirlo.
Es por ello que, proponemos realizar la intervención palatina a partir de los 12 meses de edad.
El paladar lo cerramos en 1 ó 2 tiempos según el tipo de fisura.
Si esta respetada la arcada alveolar (formas incompletas), cerramos paladar óseo y blando en 1 tiempo (uranostafilorrafia).
Si está fisurada la arcada alveolar, ya sea unilateralmente o bilateralmente, entonces intervenimos el paladar blando (ESTAFILORRAFIA) a partir de los 12 meses y postponemos el cierre del paladar óseo (URANORRAFIA) hasta los 4 años de edad (una vez finalizada la erupción de la dentición temporal).
Actualmente cuando cerramos el paladar òseo (uranorrafia), prolongamos el cierre hasta la parte anterior de la encía, realizando lo que se denomina gingivoperiostioplastia (GPP), que no afecta el crecimiento del maxilar y en un alto porcentaje formará hueso en la zona gingivo-alveolar que evitará o hará innecesario el injerto óseo secundario, que antes de esta modificación se tenía que realizar en todos los casos.
Otra ventaja de operar las formas completas en 2 fases, es que observamos una menor tendencia a la deformaciones (colapsos) maxilares postoperatorios, lo cual simplifica y facilita el tratamiento ortopédico-ortodóncico posterior.
Operando las formas completas de fisura en 2 tiempos se observa una menor tendencia al colapso del maxilar superior y una buena oclusión dental.